lunes, 18 de noviembre de 2013

Plan de Inclemencias Invernales de Morata de Tajuña

DIFERENCIA ENTRE ALERTA, FASES DE LA EMERGENCIA Y PRIORIDADES DE ACTUACIÓN (II).

Seguimos con nuestra información acerca de los contenidos en el Plan de Inclemencias Invernales.

Anteriormente les informamos acerca de las ALERTAS METEOROLÓGICAS, hoy queremos explicarles las fases que se contemplan en nuestro plan y las distintas prioridades de acción.

Fases de la Emergencia en el Plan por Inclemencias Invernales.

Cuando hablamos de fase de emergencia nos referimos a una situación que requiere la activación del Plan y que necesita una determinada acción de alguno o algunos de los grupos de respuesta que designa el plan.

Las fases que comprende el Plan de Inclemencias Invernales son:

Fase de Prealerta: En esta fase principalmente lo que se hace es un seguimiento continuo de la evolución de la situación meteorológica una vez que se ha dado una alerta por la AEMET en nivel Amarillo, se dan los correspondientes avisos a los distintos equipos y grupos de acción, se emite información a través de los medios y redes sociales y se preparan equipos y recursos para hacer frente a una eventual emergencia.

Fase de Alerta: En esta fase la evolución de la situación meteorológica se acerca a una posible realidad o actualización de la emergencia, como puede ser una caída de la temperatura por debajo de los 4º y el posible aviso de nieve, se dará siempre que tengamos alerta de nivel naranja o rojo. La vigilancia de la evolución se extrema, se realiza una vigilancia expresa de los lugares prioritarios de mayor riesgo, se pueden empezar a tomar medidas preventivas en la distribución de fundentes y se tratan de estudiar los casos específicos de peligro o vulnerabilidad que pueden existir en el municipio y si se necesita una acción específica sobre un grupo de personas en peligro o de mayor vulnerabilidad y se prepara la posible activación del albergue de emergencia que está establecido en el Centro Cultural Manuel Mac-crohon, en la plaza de la Cultura, al disponer de los medios necesarios para atender en emergencia a las posibles personas que puedan quedar desamparadas en esa situación.

Fase de Emergencia 1: Nos encontramos en esta fase cuando los peligros por inclemencias invernales que esperábamos se van actualizando con cierto nivel de gravedad, la nieve está alcanzando el umbral del nivel esperado (a partir de 2-4 cms) y existen complicaciones en el desplazamiento por las vías públicas, pudiendo quedar cortada alguna de nuestras carreteras o calles, o algún núcleo de población o personas en la carretera o fuera del casco urbano aisladas.

Fase de Emergencia 2: Se caracteriza por una gravedad extrema de la situación en la que los medios y recursos de los que podamos disponer en nuestra localidad se ven desbordados y no pueden dar solución a los problemas que existen. En esta fase, el Alcalde solicitaría a la Comunidad de Madrid la activación del Nivel territorial 2.

Fin de la Emergencia. Vuelta a la normalidad: Finalizadas las inclemencias, realizadas todas las acciones de atención a las personas y bienes afectados, se dará por concluida la activación del plan y se volverá a la normalidad cotidiana, si bien los grupos de acción deberán realizar informes y estudios sobre la gestión realizada para su posterior evaluación.

Fase Post – Emergencia. Valoración: Los informes de los distintos grupos y equipos se evaluarán en una reunión posterior al suceso y se estudiará la efectividad de los procedimientos puestos en práctica, así como el resultado de los mismos para, si cabe, mejorarlos, agregar nuevos o variarlos para ir actualizando el plan.

Prioridades de Actuación.

Cuando se trata de la vialidad e intentar asegurar que las vías públicas puedan ser practicables para la circulación, se establece unas zonas de mayor riesgo atendiendo, por un lado a aquellos lugares donde se puede esperar los problemas más acuciantes respecto a  proteger, en primer lugar, la vida y la integridad física de las personas y, posteriormente el menor impacto en las distintas tareas o actividades cotidianas de la población, tales como ir a trabajar o acudir a los centros de estudio.

En este sentido se establece una graduación de las vías que deben ser objeto de las primeras actuaciones en orden a garantizar en primer lugar la circulación y acceso de los distintos equipos de emergencias, rescate y socorro a los sitios donde pueden ser más necesarios y, en segundo lugar, las actividades más relevantes para el desarrollo mas normalizado de la convivencia ciudadana en nuestro pueblo.

La graduación se realiza en tres niveles de riesgo que, a su vez, marcan las prioridades de actuación en cuanto a la limpieza viaria y a la intensidad de la vigilancia y evaluación de las vías, así la zona de riesgo A, será la atendida en primer lugar o con prioridad 1; la zona de riesgo B, será la atendida con prioridad 2; y la zona de riesgo C, será atendida con prioridad 3.

Volveremos a informar sobre las vías urbanas e interurbanas, así como los diseminados que se sitúan en las distintas zonas de riesgo.


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