DIFERENCIA ENTRE ALERTA, FASES DE LA EMERGENCIA Y
PRIORIDADES DE ACTUACIÓN (II).
Seguimos con nuestra información
acerca de los contenidos en el Plan de Inclemencias Invernales.
Anteriormente les informamos
acerca de las ALERTAS METEOROLÓGICAS, hoy queremos explicarles las fases que se
contemplan en nuestro plan y las distintas prioridades de acción.
Fases de la Emergencia en el Plan por Inclemencias Invernales.
Cuando hablamos de fase de
emergencia nos referimos a una situación que requiere la activación del Plan y
que necesita una determinada acción de alguno o algunos de los grupos de
respuesta que designa el plan.
Las fases que comprende el Plan
de Inclemencias Invernales son:
Fase de Prealerta: En esta fase principalmente lo que se hace es un
seguimiento continuo de la evolución de la situación meteorológica una vez que
se ha dado una alerta por la AEMET en nivel Amarillo, se dan los correspondientes
avisos a los distintos equipos y grupos de acción, se emite información a
través de los medios y redes sociales y se preparan equipos y recursos para
hacer frente a una eventual emergencia.
Fase de Alerta: En esta fase la evolución de la situación
meteorológica se acerca a una posible realidad o actualización de la
emergencia, como puede ser una caída de la temperatura por debajo de los 4º y
el posible aviso de nieve, se dará siempre que tengamos alerta de nivel naranja
o rojo. La vigilancia de la evolución se extrema, se realiza una vigilancia
expresa de los lugares prioritarios de mayor riesgo, se pueden empezar a tomar
medidas preventivas en la distribución de fundentes y se tratan de estudiar los
casos específicos de peligro o vulnerabilidad que pueden existir en el
municipio y si se necesita una acción específica sobre un grupo de personas en
peligro o de mayor vulnerabilidad y se prepara la posible activación del
albergue de emergencia que está establecido en el Centro Cultural Manuel
Mac-crohon, en la plaza de la Cultura, al disponer de los medios necesarios
para atender en emergencia a las posibles personas que puedan quedar
desamparadas en esa situación.
Fase de Emergencia 1: Nos encontramos en esta fase cuando los
peligros por inclemencias invernales que esperábamos se van actualizando con
cierto nivel de gravedad, la nieve está alcanzando el umbral del nivel esperado
(a partir de 2-4 cms) y existen complicaciones en el desplazamiento por las
vías públicas, pudiendo quedar cortada alguna de nuestras carreteras o calles,
o algún núcleo de población o personas en la carretera o fuera del casco urbano
aisladas.
Fase de Emergencia 2: Se caracteriza por una gravedad extrema de la
situación en la que los medios y recursos de los que podamos disponer en
nuestra localidad se ven desbordados y no pueden dar solución a los problemas
que existen. En esta fase, el Alcalde solicitaría a la Comunidad de Madrid la
activación del Nivel territorial 2.
Fin de la Emergencia. Vuelta a la normalidad: Finalizadas las
inclemencias, realizadas todas las acciones de atención a las personas y bienes
afectados, se dará por concluida la activación del plan y se volverá a la
normalidad cotidiana, si bien los grupos de acción deberán realizar informes y
estudios sobre la gestión realizada para su posterior evaluación.
Fase Post – Emergencia. Valoración: Los informes de los distintos
grupos y equipos se evaluarán en una reunión posterior al suceso y se estudiará
la efectividad de los procedimientos puestos en práctica, así como el resultado
de los mismos para, si cabe, mejorarlos, agregar nuevos o variarlos para ir
actualizando el plan.
Prioridades de Actuación.
Cuando se trata de la vialidad e
intentar asegurar que las vías públicas puedan ser practicables para la
circulación, se establece unas zonas de mayor riesgo atendiendo, por un lado a
aquellos lugares donde se puede esperar los problemas más acuciantes respecto
a proteger, en primer lugar, la vida y
la integridad física de las personas y, posteriormente el menor impacto en las
distintas tareas o actividades cotidianas de la población, tales como ir a
trabajar o acudir a los centros de estudio.
En este sentido se establece una
graduación de las vías que deben ser objeto de las primeras actuaciones en
orden a garantizar en primer lugar la circulación y acceso de los distintos
equipos de emergencias, rescate y socorro a los sitios donde pueden ser más
necesarios y, en segundo lugar, las actividades más relevantes para el
desarrollo mas normalizado de la convivencia ciudadana en nuestro pueblo.
La graduación se realiza en tres
niveles de riesgo que, a su vez, marcan las prioridades de actuación en cuanto
a la limpieza viaria y a la intensidad de la vigilancia y evaluación de las
vías, así la zona de riesgo A, será la atendida en primer lugar o con prioridad
1; la zona de riesgo B, será la atendida con prioridad 2; y la zona de riesgo
C, será atendida con prioridad 3.
Volveremos a informar sobre las
vías urbanas e interurbanas, así como los diseminados que se sitúan en las
distintas zonas de riesgo.
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